sábado, 28 de enero de 2012

Frases y dichos

Grettelita y Mina me han hecho reir a carcajadas y remontarme a un pasado que si bien no es tan lejano, el vivir fuera lo hace ajeno o por lo menos me hace añorarlo pues no estoy en el la rutina diaria de la convivencia familiar. "Le cuento algo pero zipper!,"   que lindos recuerdos de oir esto salir de la boca de Abuelita, en sus visitas semanales a la casa,  mientras estábamos todos sentados alrededor de la mesa de la cocina. 

Un firulí
Me imagino que todas las familias tienen sus expresiones, y no se que tan únicas sean  las de la nuestra, ni si todavía se usan, pero se me ocurre que entre todos podemos hacer una gran lista, preguntándole a los tíos.  Algunas expresiones, como "un contratiempo", la oí  durante alguna visita a las Tuchas con papá y se me quedo en la mente.  (Siginifca una pérdida durante el embarazo.")   Esta creo que era más general de la época.  Otra expresión de donde las Tuchas que no se me olvida era cuando  Chinda salía a recibirnos y papá le preguntaba "Cómo estás? ella siempre respondía,"Pues aquí, crucificadas" y se cruzaba las manos en el pecho. Por muchos años, creí que  Men en sus furias, amarraba a una cruz a  Tucha, Marta, Lole y Chinda por las noches y las soltaba por la mañana. Me moría de agustia de pensar en eso.

 Pasando a expresione más graciosas, la primera que se me ocurres es "un firulí" ... que era algo chiquitillo y delgadito. Lo visualizo acompañado de un gesto de manos.

Ahh! y por supuesto "las papoas."   De dónde saldría esta palabra?  Siempre me sonó tan acertada, cariñosa, cual una isla tropical.

domingo, 22 de enero de 2012

21 de Diciembre

     La Abuela Mina decía que había nacido con el siglo y  la recuerdo decir que quería vivir mucho tiempo.  Creo que lo ha logrado pues todos la seguimos recordando con gran cariño, hijos,  nietos y bis-nietos.  Mis recuerdos de los cumpleaños de abuela Mina se remontan hasta tiempos de escuela primaria.  Rodeada de todos sus seres queridos: sus hijos, sus 44 nietos y los casados, con sus respectivas esposas y esposos y los bisnietos que tuvo el placer de conocer (alguien me puede ayudar aquí pues no se cuántos habían nacido antes de su muerte, en 1988) ella celebraba su cumpleaños, el 21 de Diciembre en su casa,  Todos los años sucedía ma o menos lo mismo. Nosotros, los nietos, pasabamos a jugar al patio de atrás de la casa.  Todos estábamos atentos a la llamada de alguno de los tíos o de Auriestela anunciando que los helados estaban listos.  Así, nos alineábamos a comer los conos con helados de vainilla, hechos a mano, con las sorbeteras que abuela alquilaba donde Paco Alfaro.

     Los adultos socializaban en la antigua sala, que luego se convirtió en la tienda de Guido, en el comedor y el patio intermedio y luego, abuela repartía regalos para cada uno de sus hijos y nietos.  A cada uno lo llamaba por su nombre y ella, sentada en una silla, repartía esos recuerdos-con una gran sonrisa y un gran beso para cada uno.  Las carcajadas generales cuando llamaban a "Calichito" (el cual tenía mas de 25años), "Francito,"  "Memito," "Fabito." También estaban "Huguito," "Hernancito"   que si eran  niños en esos tiempos. Unos nombres se prestaban más que otros para el uso del la terminación "ito", pero eso no detuvo a Abuela con "Ismaelito" "Rolandito,"  "Mauricito," "Grettelita", "Etelvinita" y yo también: "Alejandrita."   Tampoco faltaban a estas reuniones sus hermanos: Franco y María Luisa, Adilia, Zelmira entre otros y sus amigos de Heredia, doña Tila, las Fonseca, doña Eda Negrini y otros vecinos del Barrio del Carmen.

      En estas ocaciones, el poder de atender múltiples conversaciones al mismo tiempo, partipando activamente en todas ellas se practicaba continuamente.  No había comptencia, esto se hacía con gran naturalidad pues los once hijos de abuela tienen esta facilidad y algunos de nosostros la heredamos y la ejercemos de vez en cuando, para el descontrol absoluto de personas que no nos conocen.


Famila Chaverri Benavides
      Siempre se podía escuchar algún chisme nuevo, la continuación de alguna telenovela familiar, que podía crecer exponencialmente en hechos o personajes, o un chiste modificado.    Esto acontecía  todos los años mientras  abuela Mina vivió en la casa de Heredia, 100 m al sur, 50 este de la Parroquia.  Equidistante de las campanas de ambas iglesias: la Parroquia y la iglesia del Carmen.